About Me

Mi foto
Kadaj
Soy un "escritor" que pretende especializarse en todo lo que tiene que ver con los sentimientos, las reacciones, las variadas formas de razonar y en general todo lo que sea psicología en sí. Darle un porqué a lo que muchos no prestamos atención y poder usar aquello como entretenimiento general.
Ver todo mi perfil

Seguidores

Kadaj &Tamarakatsuki. Con la tecnología de Blogger.

NII-SAN Capítulo VII "Perdida de inocencia"




Riku despertó; la luz que se filtraba por su ventana comenzó a despertarlo pero se tapó con las frazadas y continuó durmiendo.

Sueño de Riku:
Kadaj se subió sobre el indefenso Riku que estaba atado en la cama de manos y pies y con los ojos vendados sobre la cama, completamente desnudo.
-Tranquilo hermanito… Intentaré no ser muy malo contigo…
Comenzó a besarlo y rozar su entrepierna con la de su hermano. Riku se estremecía de placer mientras Kadaj besaba su pecho y lo mordía levemente para luego abrazarlo y apoyar la cabeza en su pecho mojado.
-Te amo, Riku… Te amo sólo a ti… Nos iremos juntos… Lejos de Sephiroth y de todo lo malo, ¿ne?
Riku asintió satisfecho y Kadaj le quitó la venda de los ojos.
-Pero ahora quiero hacerte mío- besó sus labios desesperadamente- ¿Puedo?
El albino asintió sonrojado y Kadaj se puso entre sus piernas.
-¿Estás listo?... Te lo daré todo…
El otro se muerde los labios esperando sentirlo.


De repente, Sora saltó a la cama y comenzó a brincar sobre ella. Despertando así al albino.
-¡Despierta, Riku! ¡Despierta!- le gritaba.
-¡¿Qué quieres?!- dijo furioso por haberlo sacado de aquel maravilloso sueño.
-¡Tengo una buena noticia! – respondió cayendo de rodillas en la cama con una amplia sonrisa.
-¿Cuál?- preguntó extrañado.
-¡Kadaj habló con Rufus… y nos consiguieron trabajo en Shinra!- dijo comenzando a saltar nuevamente.
-¡No!- gritó Riku ante tan mala noticia- ¡¿Por qué?! ¡Maldito seas!- comenzó a fingir un llanto. No le agradaba la idea de tener que trabajar junto a Sephiroth.
Loz entra a la habitación, y al ver al castaño saltando sobre su hermano, corre a imitarlo.
-Sora, tengo una buena noticia- dijo mientras saltaba.
-¡¿Otra buena noticia?!
-¡Si!- respondió fingiendo estar tan emocionado como él - Kadaj te consiguió una casa – dijo de lo más serio sin dejar de saltar.
Sora se detuvo y se quedó estupefacto mirando a Loz, quien seguía saltando.
-¿Qué?- le preguntó dejando de saltar.
Riku intenta volver a su sueño.
-¡¡Aaaaah!!- grita abrazando a Loz y ambos comienzan a saltar y cantar.
Riku es sacado de su sueño nuevamente.
-Basta… basta… ¡Basta! ¡Basta!... por favor…- suplica en llanto- ¡Déjenme en paz! ¡Ah! ¡Me pisaron! ¡Par de rompe piernas! ¡Ah!
Mientra tanto Kairi charlaba escaleras abajo con compañeras de trabajo de Kadaj.
-Entonces ¿también trabajarás en la compañía?- le preguntó una morocha de pelo corto.
-No, yo no… pero tal vez lo haga algún día, no lo sé…
-Y dime, ¿qué tal éste tal Sora? ¿Sabe algo de peleas? Peleas reales, guerras, batallas…- preguntó.
-Eso sonó muy mal, Yuffie, no te creas mejor que los demás- la regañó Tifa.
-Bueno…- dijo suspirando- es que no les tengo mucha confianza a los nuevos…
-Yo creo que Sora es muy bueno en las luchitas… se entrenó con Riku en la isla- dijo Kairi poniéndose a la defensiva por Sora.
-¿Riku? ¿El hermano de Kadaj?... Dicen que es muy… ¿cómo lo digo?... “faldero” con Kadaj…
-¡¿Quién dijo eso?!- preguntó furiosa Kairi.
-Lo dicen en la compañía…
-No lo se… creo que yo no le caí bien…- agregó Tifa.
-Pero lo que pasó con Riku la otra vez, Tifa…. Fue muy raro… Se debe haber levantado de mal humor o algo así.
Las tres callaron, entonces, finalmente, pudieron escuchar los gritos de Riku y acudieron. Loz y Sora saltaban, aun,  en la cama y lo golpeaban con almohadas.
-¡Basta! ¡Basta! ¡Aaah!
-Nos compraron –aron –aron  una casa casa casa- cantaban ridículamente Loz y Sora.
-¡Sora! ¡Ya déjalo en paz!- gritó Kairi poniéndose entre medio de ambos.
La situación empeoró porque ahora los chicos también comenzaron a golpear con las almohadas a la pelirroja.
Kadaj pasaba en ese momento por la puerta de la habitación de su hermano leyendo una revista.
-¡¡Kadaj!!- gritó desesperado Riku al verlo pasar.
Este reaccionó ante el grito de auxilio y con un simple “ya basta” ambos se detuvieron.
-¡Fuera de aquí!- gritó y ambos se fueron con el rabo entre las piernas.
-Qué bebito…. Pidiéndole ayuda a su hermano…- dijo Yuffie en un susurro antes de salir de la habitación con los demás.
Al ver todo en orden Kadaj se dirigió hacia la puerta, pero Riku lo detuvo.
-Kadaj… ¿podemos hablar?
-… Claro, ¿qué ocurre?
-¿Por qué fuiste a la compañía anoche? ¿Pasó algo la noche que te pedí que hablaras con él?... Algo que no me hayas contado, tal vez…
-… Sólo te amo a ti Riku…- dijo Kadaj sonriéndole.
-Eso no contesta a mi pregunta…- le dijo muy serio ya que no deseaba que su hermano le ocultara la verdad tras un “te amo”.
-No pasó nada la otra noche, que no sepas… Y ayer me llamó para que supere mis miedos… - le respondió avergonzado.
-¿Miedo a qué?
-Al lugar en donde me lo hizo… al sillón… que me trae tan malos recuerdos…  a estar cerca de él…
-¿Qué sientes cuando lo recuerdas? – preguntó tratando de ser cuidadoso, no quería incomodar a su hermano, ya que no debía de ser algo que uno quisiera recordar.
-¿Qué siento?... Siento asco…- respondió desviando la mirada.
-¿Y qué sentiste aquel día… cuándo empezó a gustarte? – sabía que la pregunta era desagradable, pero debía saber.
-Riku, no me gusta hablar de esto, ¿si? – y como lo supuso Kadaj intentó evadirla, sin embargo, la respuesta era necesaria…
-¿Lo amas?
-¡¿Qué?! – Kadaj lo miró sorprendido, no podía estar preguntándolo en serio.
-Lo amas, ¿cierto?- le dijo mirándolo entristecido.
-¡No!
-¡No mientas!
-Riku, ¡¿cómo podría amarlo?! ¡Él me lastimó! ¡Él arruinó mi vida! – No entendía el porqué su hermano seguía con esa idea en la cabeza.
-¡¿Y eso qué?! ¡Te gustó! ¡Lo disfrutaste!
-¡Sentir placer no es lo mismo que disfrutar!
-¡Si es lo mismo!
-… Bueno, pero…
-¡Bésame!- pidió en modo de súplica, dejando a su hermano atónito-¡Bésame!
Obedeció, enredando su lengua con la de Riku. Lo recostó en la cama sin despegar sus bocas y lamió suavemente sus labios. Comenzó nuevamente su beso acompañándolo con caricias, y mientras terminaba con un delicado roce de labios, sintió algo mojado en sus mejillas y se detuvo; Riku lloraba.
-¿Qué ocurre?- preguntó preocupado.
Riku lo abraza con fuerza; intenta dejar de llorar pero no puede, siente una terrible impotencia.
-Dime que me amas… dime que me amas sólo a mi… por favor, dímelo.
-… Riku, te lo digo de verdad… te amo, sólo a ti y a nadie más… sólo a ti…
Riku sonríe un poco, pero las lágrimas de celos seguían rodando por sus mejillas.


Por la noche Riku no podía dormir, le preocupaba mucho el perder a Kadaj.
Eran las 2:33 de la madrugada, hacía ya cuatro horas que se había acostado y aun no había podido pegar ni un ojo. Sephiroth ya estaba en la casa y eso era lo que más le preocupaba. Decidió ir a echar un vistazo, entonces, se levantó y fue a ver a Kadaj, abrió la puerta lentamente y miró. Para su sorpresa este tampoco dormía sino que miraba aterrado hacia la puerta.
-Riku… no me asustes así…- le dijo volviendo a respirar cuando lo reconoció.
-Pensaste que era Sephiroth, ¿no? – supuso entrando a la habitación.
-Si…- dice como obviándolo- ¿qué ocurre?
-Nada… es que no puedo dormir… parece que tu tampoco…
-No… llegó Sephiroth antes de que lograra dormirme y eso me pone nervioso…
-Hm… esa también es mi causa… ¿puedo dormir contigo?
-Claro…- dijo levantando las sábanas, haciendo un lugar para Riku.
Este sonrió logrando que su hermano sintiera curiosidad del porqué de su sonrisa.
-Es que esto me recuerda mucho a cuando tenía fiebre y me escapé de la cama de mamá y papá para dormir contigo…
-Si… Lucrecia y Katz se enojaron… pero así te curaste- dijo entre risas.
-Eres el mejor  “doc”…- le dijo acostándose con él y abrazándolo.
Kadaj ríe y lo abraza acariciando suavemente su rostro con el de su hermano.
-Eres un doctor muy pervertido…- le dijo con una sonrisa notando los manoseos.
Kadaj volvió a reír y lo abrazó con más fuerza haciendo que Riku se sintiera más cómodo y excitado al mismo tiempo.
Sus miradas se detuvieron, de repente, en los ojos del otro y se mantuvieron así unos minutos. Ambos conseguían notar el lujurioso brillo que los invadía y tendieron a unir sus bocas. Sus labios unidos como uno solo comenzaron a acariciarse mutuamente hasta llegar a que sus lenguas hicieran lo mismo, pero más violentamente, acompañadas de dulces caricias. Sin que se percataran, sus labios y sus lenguas se movían al mismo ritmo, pidiendo a gritos que sus sexos bailaran a su compás también.
Comenzaron a quitarse la ropa, sin despegar sus bocas o intentando no hacerlo. Cuando ambos estuvieron sin camisa; Riku se aventuró a besar el cuerpo de su hermano, besando su cuello y lamiéndolo levemente. Luego bajó y siguió un recorrido con su lengua hasta besar aquellos botoncitos rosados, baboseándolos. Kadaj, quien nunca había saboreado tal placer, sólo se dedicaba a acariciar y entrelazar sus dedos en el cabello de su hermano.
Riku comenzó a morderlos, y su hermano dejó escapar uno de los tantos gemidos que retenía; no quería despertar a sus hermanos y menos a los amigos de Riku.
Luego de maltratar sus pezones un poco, les da una lamidita a cada uno y sigue su recorrido, besando su tórax así llegando a sus pantalones. Tocó su entrepierna por sobre los pantalones; acariciándola como si se tratara de un cachorrito dormido a quien estaba despertando por completo.
Regalándole unos besos a su entrepierna, le baja los pantalones con los dientes. Los boxers negros de Kadaj le atraían de sobremanera por lo que comenzó a besarlos con locura. Su hermano arqueó la espalda de placer y emitió un gemido imposible de censurar. Su pene ya estaba completamente erecto, y tenía muchos deseos de comenzar con Riku, pero decidió esperar por la mejor parte.
Riku ya no lo resistió mas, estaba cansado de lamer tela y bajó los boxers de su hermano con brutalidad. Se detuvo unos instantes a contemplar la extensión de su “hermanito”, y Kadaj, que aun mantenía los ojos cerrados, quiso espiar lo que hacía. Estaba observándolo nada más, pero entonces, lo tomó con una mano. Kadaj dio un saltó por esos desacostumbrados toqueteos, y Riku se lo llevó a la boca. Su hermano volvió a gemir y se tiró para atrás, mientras Riku lo lamía de arriba a bajo; jugaba con él, se lo sacaba de la boca y lo lamía como si se tratara de un helado al que debes comer rápido para que no se derrita, volvía a metérselo y mientras lo movía y zamarreaba, acariciaba su escroto con delicadeza. Kadaj intentaba no gritar mucho pero sus gemidos se hacían mucho más seguidos y ahora el ritmo de su respiración había cambiado notablemente.
Estaba a punto de venirse, pero también quería que su hermano lo gozara.
Tomando sus cabellos, hizo que Riku se desprendiera de su pene lentamente y tirándolo en la cama lo  besa desesperadamente. Pasó a su cuello mordisqueándolo abruptamente, pero sin llegar a lastimarlo. Ahora era Riku quien gemía sin control.
Le quitó los pantalones con delicadeza y cuando pretendía imitar los movimientos de su hermano, él lo detiene.
-¿Qué ocurre?- le preguntó confundido.
-Penétrame… métemelo… quiero sentirte… quiero que me penetres.
Kadaj miró a los ojos a Riku y preguntó.
-¿Estás seguro?
Riku besó a su hermano con ternura y abrazándolo le susurró al oído:
-…si…
- No quiero lastimarte.
-Te amo…- dijo mirándolo con seriedad- no sentiré lo mismo que tu sentiste.
Kadaj lo dudó, ya que quería lo mejor para su hermano pero luego acepta su petición.
Recostó a Riku en la cama y lo desvistió por completo mientras él le hacía lo mismo, terminando de quitarle los pantalones. Se acomodó colocando las piernas de Riku sobre sus hombros y poniendo la punta de su pene en la entrada de su hermano.
-Lo siento, pero debo repetirlo, ¿estás seguro de esto?
Riku asiente pero señala la puerta.
-¿No deberíamos cerrarla? Con trava…- Kadaj mira la puerta pero no contesta- imagínate si nos vieran así- dijo incitándolo.
-Es cierto, no sería precisamente lo mejor… pero no es tan necesario, seguramente duermen.
-Como quieras.
-De acuerdo… pero no estoy muy seguro de esto.
-Hace unos días prácticamente me rogabas que lo hiciéramos y ahora lo dudas…
-Es que… se que te dolerá, Riku…
-Escucha… dicen por ahí que es más fácil meterlo de una sola vez y dejarlo dentro hasta que el cuerpo se acostumbre. A su presencia.
-¿Estás seguro?
-¡¡Que sí!!- grita.
-Shhh
-Lo siento…- se disculpa en voz baja- házmelo… ya… quiero que me lo hagas.
-De acuerdo…- le dijo Kadaj acomodándose- de una sola vez…
-Si
-Rápido.
-Si
-Y lo dejo dentro…
-Si
-Pero te dolerá…
-¡Sólo hazlo!
Kadaj obedeció y lo penetró. Ese momento fue extraño para Riku, fue como si todo se moviera en cámara lenta para él. Las manos le temblaban y le costaba respirar pero le gustaba, sentía como el calor que tanto adoraba de su hermano se le era transmitido, y un cosquilleo agradable invadía su cuerpo.
Pero de pronto, una serie de recuerdos de Kadaj y él cuando eran pequeños, pasó por su cabeza como una película, y una ola de dolor muy agudo y punzante se hizo notar. Riku gritó de dolor y Kadaj se apresuró a tapar su boca, sin embargo, este seguía gimiendo. El dolor era insoportable, eran como miles de puntadas palpitando en su interior.
-Tranquilo, Riku… lo sacaré—
-¡No!- dijo con la mano de Kadaj aun sobre su boca- No lo saques… ¡Ah!- dijo quitándose la mano de su boca.
-Pero esto no es placentero para ti, es una tortura, ¡me rehúso a lastimarte!- dijo lo más bajo que pudo.
-¿Esto es lo que tú sentiste?- dijo algo entrecortado Riku.
-…algo así…
-¿Algo así? ¡Ah! ¡Fuck!, si que duele… ya entiendo… Sephiroth no esperó como lo estas haciendo tú en este momento. Él comenzó a envestirte apenas lo metió…
-Si…
-Envísteme…
-¡¿Qué?!
-Quiero sentir lo que tú sentiste. Envísteme…
-¡No! ¡No lo haré! ¡Yo no soy Sephiroth! ¡Tú no tienes que sufrir nada! ¡Ya fue suficiente el día que te dejamos solo en la isla! No lo haré- dijo sacando su pene del cuerpo de Riku.
Su hermano parecía ofendido por el recordatorio y a pesar de que el dolor no le permitía efectuar algunos movimientos, se levantó y se cambió.
-¿A dónde vas?- le preguntó Kadaj confundido.
-A dormir… - dijo seriamente sin mirarlo.
-Pensé que dormiríamos juntos.
Riku camina lentamente hasta la puerta y la abre.
-No me esperes mañana, me iré a dar un paseo con mis mejores amigos. Prefiero eso antes que perder el tiempo contigo.
Riku se fue dejándolo solo, sabía que no tenía porqué haberlo tratado de esa forma, pero odiaba que le recuerde el hecho de que lo había abandonado en la isla, y tenía que demostrárselo. Fue un golpe bajo para Kadaj, estaba desecho por el comentario de su hermanito, pero reunió fuerzas y se vistió para volver a lo que hacía en un principio, intentar dormir.


Sus ojos habían logrado cerrarse más tiempo del que esperaba, y lo despiertan unos cálidos brazos que lo rodean por la espalda. Kadaj despierta y sonríe, pero está tan cansado que no puede ni siquiera abrir los ojos.  Hace un esfuerzo para poder pronunciar unas palabras.
-Sabía que vendrías… estuve pensando en ti toda la noche- se da vuelta para poder abrazarlo.
Siente como si el otro dudara, pero finalmente Kadaj es besado. Era un beso muy tierno, sus labios apenas se movían. Kadaj lo disfruta a pleno y abraza con más fuerza a su amante.
-Te quiero, Riku…- le dice rozando su rostro con el suyo.
-¿Riku?- preguntó una voz que Kadaj conocía muy bien.
Abrió los ojos espantado y logró ver al dueño de esa endemoniada voz.
-¡Sephiroth!...- dijo sorprendido y al mismo tiempo asustado - ¡¿Hace cuanto estás aquí?!- se alejó de él casi por instinto.
-No te estuve tocando más de la cuenta si es lo que quieres saber…
-¿A que te refieres con “mas de la cuenta”?
Sephiroth sonríe.
-Sólo fueron unas caricias mientras dormías… nada más.
-¡¿Hace cuanto me acaricias?!
-Hace un rato… digamos… una hora…-Un escalofrío recorrió el cuerpo de Kadaj al escuchar eso- pero no fueron más que eso… caricias- aclaró el mayor.
-¡No tienes derecho a tocarme! ¡Además me besaste!
Sephiroth volvió a sonreír y abrazar a Kadaj.
-Bien que te encantó…- le susurra al oído. Kadaj no responde-… ¿lo ves?... te gustó…- le dijo levantándolo de la barbilla.
Kadaj miró hacia el piso y le dijo:
- Es que pensé que eras otra persona…
-¿Riku?- Kadaj se sobresaltó por la acertada respuesta de su hermano- Repetías su nombre mientras dormías y me llamaste así cuando te besé…

0 comentarios: