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Kadaj
Soy un "escritor" que pretende especializarse en todo lo que tiene que ver con los sentimientos, las reacciones, las variadas formas de razonar y en general todo lo que sea psicología en sí. Darle un porqué a lo que muchos no prestamos atención y poder usar aquello como entretenimiento general.
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Kadaj &Tamarakatsuki. Con la tecnología de Blogger.

NII-SAN Capítulo VI "Ayuda mutua"



El sol se filtraba por una de las amplias ventanas de la habitación, iluminando el rostro del joven albino.
Riku despertó pesadamente y miró la hora. Eran las 10:00 de la mañana. Él nunca se despertaba a esa hora, madrugaba. Pero la cama estaba tan cómoda que su cuerpo parecía estar en su contra; no quería levantarse. Sin embargo, su voluntad fue más fuerte y puso pies fuera de la cama.
Bajó las escaleras y descubrió a Sora jugando a un video juego.

-Hola…-dijo confundido.
-Hola- le respondió Sora sin despegar la vista de la pantalla.
Como parecía que Sora no tenía ninguna intención de dejar el juego ni entablar una conversación, preguntó:
-¿Dónde está Kairi?
-Afuera, con Kadaj. Fueron a ver a una chica que vino a hablar de algo… no lo sé, no estaba prestando atención.
(“-¡¿Una chica?!- Pensó Riku de inmediato- … Acaso Kadaj y ella…”)
El albino salió de la habitación inmediatamente, tenía que conocer a esa “chica” a la que ya empezaba a odiar.
Al llegar vio a una morocha, de gran busto, sonriéndole a su hermano. Kadaj volteó y logró verlo.
-Riku…- dijo- ¿Cómo dormiste?
-Bien… ¿quién es ella? – preguntó acercándose de forma posesiva.
-Ah, cierto… Riku te presento a Tifa…
-Mucho gusto- respondió la morocha ante la presentación, extendiéndole la mano.
Pero Riku no se la estrechó, sólo la miraba con odio y celos; Tifa baja su mano avergonzada si saber la causa de su agresividad.
-Bueno… creo que ya debo irme, nos vemos Kadaj- dijo y saludo a Riku de lejos.
-¡Riku! ¡Eso fue de muy mal gusto!- lo regañó Kairi.
-Kadaj, ¿puedo hablar contigo?...- preguntó sin prestarle atención a la pelirroja.
-Claro…
-Iré a ver que hace Sora- dijo Kairi muy molesta.
Los hermanos se quedan afuera solos, nadie pasaba, las calles estaban vacías.
-¡¿Quién era ella?!- gritó furioso.
-Ya te lo dije… Tifa…- respondió extrañado por el tono en el que le hablaba su hermano.
-¡¿Qué relación tiene contigo?!
-Ah… con que de eso se trataba… No te preocupes…
Kadaj lo besó con una sonrisa, pero Riku reaccionó dándole una bofetada con una expresión de enfado.
-¡Contesta lo que te pregunté! ¡¿Crees que con un simple beso puedes persuadirme o algo así?!- dijo empujándolo.
Kadaj chocó con la pared levemente por el empujón y se tocó la mejilla, adolorido por el golpe.
-Riku… ella es sólo una compañera de trabajo… - dijo al fin.
-¿Una compañera de trabajo?- repitió Riku con los ojos dilatados del asombro - ¡Lo siento! ¡Perdóname!¡Yo no quería…- se apresuró a reincorporar a su hermano y limpiarle la ropa.
Una expresión de remordimiento invadió el rostro de Riku al mirar avergonzado a Kadaj. Pero este sólo le sonrió.
-Riku…- dijo- ¿Estabas celoso?
-Bueno… yo…- sus mejillas se tiñeron de rojo.
-Jaja… Te amo, Riku- dijo de repente.
Tiernamente juntó los labios con los del albino en una suave caricia. Pero Riku abrió la boca permitiéndole a la lengua de su amante ingresar en ella. Pronto empezaron a acariciarse al compás de sus bocas, provocando que comenzaran a excitarse.
Sus lenguas entrelazadas hicieron que sus cuerpos se calentaran a un ritmo acelerado. Entonces sus labios  se separaron para tomar aire dejando un fino hilo de saliva entre ellos, el que luego se desvaneció.
Kadaj abrazó a su hermano estrechamente, mientras lo acariciaba levemente con su cabeza.
-…Te amo… ¿sabes lo que quiero en este momento?- le dijo abrazándolo con más fuerza.
Riku que aun se relamía embriagado con el delicioso aroma de su hermano, cierra sus ojos y lo abraza.
-¿Qué es?- preguntó.
-Hacerte feliz…- dijo con una sonrisa.
Terminar el abrazo era algo muy lejano en la mente de Riku. Estaba fuera de sí, el aroma de su hermano, la suavidad de su cabello y la calidez de su cuerpo eran cosas que siempre le habían gustado y que ahora se le habían hecho una adicción.
-Kadaj… quisiera…
-¿Si?- se preparó Kadaj para satisfacer los deseos de su nii-san (hermano).
-Quisiera… detener el tiempo… quiero estar así contigo… para siempre…
-Bueno… yo no puedo detener el tiempo- dijo terminando con el abrazo- pero puedo repetirlo cuantas veces quieras…
Riku le sonrió satisfecho.
-Dime… ¿Aun tienes ganas de continuar con lo que empezamos en el avión?... Creo que ya estoy listo para volver a intentarlo…- le preguntó acercándose a él.
-¿Qué pasó con Sephiroth?- le preguntó ignorando su pregunta.
-Bueno… supongo que me llevo mejor con él ahora… pero…
-¿Pero qué?
-Le cuesta mucho controlarse… no puede estar conmigo sin tocarme… y eso… me incomoda… pero ya no importa… ¿Quieres continuar lo del avión o no?
-¿Por qué vino Tifa aquí?
-Riku… ¿Estás intentando evadir mi pregunta?- dijo Kadaj con una sonrisa juguetona.
-¡Ya déjame en paz! ¡Quisiera que fueras mudo!... ¡No estoy seguro Kadaj, no se si quiero ahora! ¿Y no se si querré más tarde!... Estoy confundido…
-Pero… antes estabas tan desesperado..
-¡Y tu antes no querías y ahora, ¿quién es que está desesperado?!
-Ok, ok… no te enojes… sólo decía…
-Lo siento… no quería gritarte es que… no sé que me pasa… estoy muy histérico.
-Está bien… No te preocupes… ¿Vienes conmigo a desayunar?
-¿Qué no desayunaste ya?
-No… te esperaba…
Riku asintió con una sonrisa. Pero antes de que Kadaj emprendiera el camino adentro, Riku lo tomó de la mano.
-Kadaj… en realidad si quiero… pero me da… miedo… ahora que lo pienso con claridad … ¿me dolerá?
-… Yo… no estoy seguro… mi primera vez no fue muy cariñosa… pero… yo no te lastimaré, Riku… tenlo por seguro.
Kadaj besó suavemente a su hermano y ambos se fueron a desayunar.


Por la noche, Sora seguía jugando a ese extraño videojuego que lo poseía.
-Sora,¿no crees que ya es suficiente?- le preguntó Kairi ya cansada del “piu piu” que emitía el juego.
-Espera… Es que ya casi lo logro- dijo ya con los ojos rojos- ya casi, casi… ¡No!... ¡malditos seas, me ca** en tu pu** madre! ¡Mal nacido!
-¡¡Sora!! ¡Se más educado!
-Pero el maldito me mató…- dijo mirando a Kairi con ojitos de cachorrito regañado.
-Es sólo un juego guárdalo y síguelo mañana…
De pronto entre las discusiones aparece Loz.
-Hey, hey, tranquilos tortolitos, ¿primera discusión de pareja?- dijo.
-¡¿Qué?!- dijeron ambos exaltados.
-¡No somos pareja!- aclaró Sora.
-¿No? ¿Aun no te le declaraste?
-¿¡WTF!?
-Bueno, bueno… sereno moreno… ¿dónde están mis hermanitos?
-En la terraza, mirando las estrellas…- respondió Kairi.
-Ah, bueno… ¡Qué romántico!- dijo Loz entre risas.
-Tus hermanos se aman…- dijo Sora riendo mientras volvía a prender el juego.
-¿Vamos a ponerles la música romántica? – preguntó Loz levantado las cejas.
-Vamos- dice Sora deja el juego a un lado.
-¡Qué tontos!- dice Kairi.


En la terraza los dos albinos, recostados en el piso, miraban las estrellas mientras charlaban.
-Sabes… ahora que lo pienso mejor, creo que me da más miedo de lo que pensaba- le dijo Riku en forma de confesión- Pero al mismo tiempo… tengo muchos deseos de probarlo.
-Hm… tal vez si no te hubiera contado lo que Sephiroth me hizo lo estaríamos haciendo ahora mismo.
-Supongo.
-Aun que… podríamos empezar de a poco- dijo inclinándose para ver a su hermano- No es necesario que te penetre.
-¿A qué te refieres?- dijo con las mejillas rojas imitando sus movimientos. A veces no comprendía como Kadaj podía decir cosas como esa con tanta soltura.
-Si, sólo caricias y besos y, tal vez, algo de masturbación entre ambos…
-Kadaj, ¿escuchas lo que estás diciendo?...- ríe Riku aún más rojo - Me reuso a continuar con este tema.
-Ok…- dijo subiéndose sobre su hermano y pasando sus manos por debajo de su ropa- Para que decirlo si te lo puedo demostrar…
-Kadaj estamos en la terraza, todo el mundo puede vernos- dijo entre risas el albino.
-¿Y qué? Imagínate que sólo estamos tú y yo… usa tu “imaginación”….
-Ok… - dijo Riku cerrando los ojos sin poder evitar que se le escapara una sonrisa de nervios.
-Ahora… no te vayas a imaginar que soy otra persona, ¿eh?- aclaró con una sonrisa.
Ambos comienzan a reírse mientras que Kadaj freno la risa de Riku con un beso.
-¿Quieres saber que me estoy imaginando en este momento?- le preguntó Riku mientras lamía sus labios.
-¿Qué?
-A ti… haciéndome un strip tease…- Kadaj comienza a reír y lo besa con más ansias.
-¡Kadaj!- se oía desde abajo- ¡¡Kadaj!!
Los besos no cesaban y Kadaj bajó su mano para acariciar la entrepierna de Riku por sobre la ropa. Este lo detiene y despega levemente sus labios.
-Te llaman- dijo con un ligero tono de enfado.
Kadaj suspira y se levanta.
-¡¿Qué?!- gritó mientras bajaba las escaleras.
Su hermano se apresuró a seguirlo ya que ver las estrellas solo era deprimente.
-Teléfono-le dijo Loz a Kadaj pasándoselo.
-¿Hola?- dijo Kadaj con el teléfono inalámbrico en la oreja.
<-Hola, precioso-> le respondió una voz en el teléfono.
Kadaj reconoció la voz y se dirigió a su habitación apresurado. Riku se quedó mirándolo hasta que cerró la puerta.
-¿Quién era?- le preguntó a Loz.
-Sephiroth…

Kadaj se apoya contra la puerta, ya que no quería encerrarse bajo llave.
-¿Qué quieres?- le preguntó en un tono agresivo.
<-Pon la línea personal y te lo diré->
Kadaj se dirigió hacia su cama y presionó un botón del teléfono que estaba sobre su mesilla. Cambiando así de artefacto. Tiró el inalámbrico sobre su cama y se sentó, con teléfono en mano.
-Ya está… ahora dime qué es lo que quieres…
<-¿Qué ocurre? Pensé que ya nos llevábamos bien, Kadajito.->
-Pensaste mal… ¿O acaso no recuerdas que ayer casi haces una replica de lo que pasó hace 8 años?
<-¿No puedes perdonarme?->
-¡¿Cómo crees que puedo perdonarte, Sephiroth?!
<-¿Qué tengo que hacer para obtener tu perdón?->
-¡Controlar tus impulsos!... Quiero volver a estar contigo como antes… Quiero poder abrazarte sin que me manosees, quiero dejar de temerte, quiero que me asegures de que lo que pasó no se volverá a repetir…
<-…->
-Seph, yo de verdad te quiero, pero no puedo evitar… temerte. Más te vale que valores lo que te estoy diciendo, porque nunca antes se me habría pasado por la cabeza volver a hablarte… - era mucho mas sencillo hablar con él por teléfono, sabiendo que sin importar lo que le dirigiera, Sephiroth no podría tocarlo. En cambio, al tenerlo en frente, debía medir cada una de sus palabras para que la situación no se le saliera de control. Por lo tanto aprovechó a decir todo lo que quería - Y escúchame, ahora… Estoy haciendo todo lo que en un principio dije que no iba a hacer…
<-…->
-¿Me estás escuchando?
<-Si… te escucho… Dime, ¿por eso te alejas de mí? ¿Por eso no puedes perdonarme?... ¿Por qué temes que te lo vuelva a hacer?->
-Si- dijo Kadaj recostándose en la cama lleno de angustia- lo siento pero… no puedo evitarlo.
<-Yo te ayudaré… nos ayudaremos mutuamente… ven conmigo, a la compañía->
-No lo sé… no me parece muy buena idea…
<-¿Por qué?->
-Yo seré el único que salga perjudicado si algo no sale bien.
  <-No…  si algo no sale bien tu me odiarás, y yo te perderé para siempre… Eso es lo que menos deseo. Créeme… si no estuviera seguro de lo que hago no arriesgaría mi tesoro más preciado…->
Kadaj se quedó mudo ante la definición de lo que significaba para su hermano, él era “el tesoro más preciado” de Sephiroth.
<-Confía en mi, Kadaj. Al menos por esta vez…->
-… De acuerdo… Voy para allá…
Kadaj colgó. Tomó aire y salió de la habitación. Se puso una chamarra negra con piel de oso auténtica en la gorra que le quedaba pegada al cuerpo y tomó las llaves del auto.
-¿A dónde vas?- preguntó Riku.
-A la compañía, Sephiroth me pidió que vaya.- dijo arreglándose el cuello de la chamarra.
-¿Es necesario que te pongas tan sexy?- pregunta el albino.
-¿Eh?... Sólo me puse la campera.
-Se te ve bien…- cambió de tema.
Kadaj ríe.
-Parece que Sephiroth y tu se llevan bien ahora- continuó muy tranquilo.
-Si- dijo Kadaj bastante nervioso y dudando de su respuesta.
(“-Demasiado bien- se dijo Riku a sí mismo)”
Riku salió de la habitación apresurado y camina hacia su habitación. Kairi y Sora se quedan viendo como se cierra la puerta detrás de él.
El albino comenzó a tirar todo en su camino. Estaba furioso, muerto de celos. Su pequeño consejo para ayudar a la convivencia de Kadaj y Sephiroth había funcionado mejor de lo que esperaba, y temía que Kadaj lo dejara.

Mientras tanto Kadaj había tomado su auto, un Audi A8, y manejaba hacia la compañía; sus nervios hacían que le temblaran las manos. Iba a 120km y soltó el volante para intentar que sus manos, que lo volvían loco, dejaran de temblar. El auto se descontroló y chocó contra un palo de luz. El auto estaba destruido pero él ileso. Golpeó el volante con ambas manos para descargar su ira, salió del auto y pateó una rueda haciendo que la última llanta que le quedaba cayera al piso. Dejó el auto donde estaba y siguió su camino a pie.
Llovía, hacía un día horrible y era de noche, las 9:00 p.m. aproximadamente.
Caminaba abrazando sus hombros y preguntándose que hacía allí, caminando a las 9:00 de la noche, bajo la lluvia y temiendo ser violado nuevamente.
Llegó a la compañía empapado. Las secretarias de la entrada comenzaron a hacerle preguntas como “¿está bien?” “¿Quiere que le traiga una toalla?” “¿Qué necesita?”
Kadaj ignora cada una de ellas y entra al ascensor. Este no era para nada lento pero a él le parecía que estaba allí una eternidad. La musiquita del elevador le taladraba los oídos y clavaba agujas en su cabeza; se puso las manos sobre las orejas y se sentó en un rincón. Aun  le temblaban las manos y el corazón le latía muy rápido, comenzó a desesperarse por salir de ese lugar, pero intentaba no pensar en que estaba “encerrado”. Los sonidos se hacían más fuertes en su cabeza y hasta su propia respiración le molestaba.
Un sonido agudo hizo que todas esas molestas sensaciones se disiparan; el ascensor se detuvo y una campanilla lo había anunciado. Las puertas se abrieron y Kadaj se asoma cauteloso, era el piso sesenta. A la distancia logra ver el lugar privado de entrenamiento de Sephiroth, y traga en seco. Se mira y toma el consejo de Riku, “¿Para qué ponerse tan sexy?”. Se quita la chamarra y la deja en el ascensor.
El nivel estaba vacío, las secretarias ya se habían ido y las luces estaban bajas. Caminó por el pasillo hasta la puerta de Sephiroth. No sabía si la puerta era muy grande o él se sentía muy pequeño. Por un momento se vio a él mismo con sólo ocho años, abriendo la puerta inocentemente para saludar a su hermano y sufrir la peor de las pesadillas. Acercó su mano a la puerta pero no se atrevió a tocarla, los recuerdos de aquella noche volvían en fragmentos a su mente. Intentó pensar en otra cosa y cerrando los ojos tocó la puerta.
Nadie le abre. Entonces tocó nuevamente y la puerta se entreabrió por si sola. Las luces estaban muy bajas, más que las del pasillo; abrió la puerta por completo y entró.
(“-El aire es el mismo, el olor de los muebles, el tono de las cortinas- se dijo Kadaj.”)
Mirando hacia el techo se mareó y se cayó en sillón.
Un escalofrío recorrió su cuerpo de pies a cabeza, haciendo que sienta agujas clavársele en la columna, y se levantó rápidamente. Estaba agitado, no entendía el porqué esa sensación lo invadió en ese momento, entonces volteó a ver el sofá y lo comprendió, era ese el sillón donde había ocurrido, donde había sido violado. Lo miró nuevamente y pudo verse a él mismo gritando desgarradoramente con Sephiroth sobre él, disfrutando de su sufrimiento. Una sensación asquerosa comenzó a subir por su garganta y le dieron nauseas.
Dio dos pasos atrás y unas manos lo detuvieron por los hombros desprevenidamente, mientras una voz escalofriante le susurró al oído:
-¿Esperaste mucho?
Kadaj se apartó exaltado y miró a Sephiroth.
-¿Qué ocurre?- le preguntó el mayor al escapársele Kadaj de sus brazos.
-Nada…- respondió nervioso- ¿Para qué querías que viniera?
-Te lo dije por teléfono, para ayudarnos mutuamente.
-¿Cómo?
-Si pudiera hablar contigo y abrazarte sin excitarme, estaría todo resuelto, ¿no?
-¡De ninguna forma! ¡No lo haré! ¡Si algo sale mal…
-Nada saldrá mal… Te lo aseguro… No pienso perderte otra vez…- dijo acariciando el rostro de su hermanito- …Estás mojado…
-Larga historia…- dijo nervioso apartando la mano de su hermano.
-Hm, ven. Te daré una toalla- le dice empujándolo levemente hacia el baño- Puedes cambiarte también…
Kadaj frena su andar.
-¡Se donde queda el baño puedo ir solo!
-…De acuerdo…
-De acuerdo.
-Está bien…
-Bien- dijo para luego correr hacia aquel cuarto.
Kadaj cerró la puerta y toma aire. Toma una toalla y se seca el cabello.
(“-Debería… cerrar la puerta- se dijo mirando el pasador- No… de todos modos si quisiera entrar realmente la abriría aunque tenga pasador- le entró el miedo al pensar en ello- No Kadaj… ¡No pienses en eso!- continuó secándose el pelo e intentó secarse lo más que pudo la ropa.”)
Sale del baño algo húmedo y miró a Sephiroth quien se había sentado en el sillón a esperarlo.
-Deberías haberte quitado la ropa… lo habría hecho más interesante…
Kadaj se le queda mirando entre asustado y avergonzado.
Sephiroth le sonrió y se le acercó.
-Te ves hermoso…- lo aduló acariciándole una de sus mejillas.
El menor desvió la mirada y le comenzaron a temblar las manos nuevamente, el tenerlo tan cerca le daba escalofríos.
- ¿Cómo se supone que va a ayudarme esta idea que tuviste?-  preguntó para cambiarle el tema.
-A poder hablar conmigo sin temblar, en un principio- le dijo mirando sus manos, y este las apretó unas con otras para que pararan- También te ayudará a entrar a esta habitación nuevamente sin miedo y olvidar lo que pasó- dijo caminando hacia el sillón.
-¡Eso no se puede olvidar! ¡Nadie puede olvidar algo así!
-Eso lo veremos, son las 9:30, tenemos bastante tiempo para ponerlo a prueba, y creo que ya se con qué empezar- dijo sentándose en el sillón.
-¿Qué?- preguntó mirándolo fijamente, realmente desconfiaba y quería estar al tanto de cada uno de sus movimientos.
Su hermano golpeteó el sillón en señal de que se sentara. Kadaj lo dudó pero al no querer mostrarse débil, le obedece.
El mismo escalofrío lo torturó y abrazó sus hombros para intentar frenarlo.
-¡No puedo!- dijo levantándose con las manos temblorosos a más no poder.
Sephiroth no permitió que terminara de levantarse y tirando de su ropa hizo que se volviera a sentar.
-Tranquilo, ambos vamos bien… acércate más.
Fue acercándolo en contra de su propia voluntad y el escalofrío se volvió más intenso haciendo que Kadaj comenzara a temblar violentamente.
-Muy bien…- lo felicitó Sephiroth- pero deja de temblar, intento ayudarte no torturarte…- dijo abrazándolo y apoyando la cabeza de su hermano contra su pecho.
La respiración de Kadaj se normalizó y dejó de temblar de a poco.
 Extrañamente estar cerca de su hermano de esa forma lo tranquilizaba, le recordaba a los viejos tiempos en que cada vez que él tenía pesadillas, Sephiroth hacia que apoyara la cabeza contra su pecho.
En cambio, a Sephiroth el contacto con el menor lo excitaba de sobre manera,  hacía años que el deseo de poseerlo nuevamente lo perseguía; y sin darse cuenta comenzó a bajar la cabeza de su hermano hacia su entrepierna lentamente.
Kadaj aun no se percataba de esto, estaba muy concentrado en los latidos del corazón de su hermano; latían muy rápido. Cuando dejó de oírlos se acurrucó en su falda rozando levemente el pene de su aniki (hermano).
Sephiroth nota su excitación pero no hace nada, ya que Kadaj se encontraba mucho más tranquilo. Sin embargo, el menor se movía tanto para acomodarse sobre sus piernas, que al mayor, se le hacía cada vez más difícil controlarse.
-Se te puso muy duro, nii-san…-dijo Kadaj de forma inocente,  con los ojos cerrados.
-¿Nii-san?... Tu nunca me llamas así…- acaricia su mejilla- eso me pone- agregó mordiéndole la oreja.
-Ah…Seph…- gime el menor.
-Me encanta cuando te pones así…- bajó más para besar su cuello.
Kadaj reacciona en ese momento.
-Sephiroth… - lo llamó notando como lo  besaba -Sephiroth ¡Sephiroth!- gritó haciéndolo reaccionar también.
-Lo siento…- dijo reincorporándose - Maldición… me dejé llevar…
-Quiero ir a casa… - dijo Kadaj inmediatamente alejándose de su hermano.
-Esta bien… -accedió el mayor levantándose.

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