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Kadaj
Soy un "escritor" que pretende especializarse en todo lo que tiene que ver con los sentimientos, las reacciones, las variadas formas de razonar y en general todo lo que sea psicología en sí. Darle un porqué a lo que muchos no prestamos atención y poder usar aquello como entretenimiento general.
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Kadaj &Tamarakatsuki. Con la tecnología de Blogger.

NII-SAN Capítulo IX "Herí a mis hermanos"



La noche arrasó con el día. La habitación estaba en penumbras y Kadaj no lograba cerrar sus ojos.
“-¿Él entristeció por mi culpa?- se preguntaba inquieto”
Se volteó hacia la puerta y la  observó fijamente.
-“¿Se puso así por MI culpa?... No, es imposible… yo no pude haber herido a Seph…”
Volvió a voltearse quedando su mirada en el techo.
“-…Seph…”
Se levantó y se dirigió a la habitación de Riku. Abrió la puerta lentamente y entró cerrándola detrás de él, sigilosamente.
Su hermano dormía placidamente con las sabanas hasta la cintura y los brazos a los lados de su cabeza. Kadaj se quedó contra la puerta observándolo, le daba algo de lástima tener que despertarlo, pero necesitaba hablarle. Entonces se acercó a su cama y se recostó junto a él rodeándolo con sus brazos. Riku se acomodó entre ellos, acurrucándose contra su pecho sin despertarse. Kadaj lo besó en la mejilla y luego en el cuello, entonces, su hermano despertó y volteándose para verlo, le sonrió.
-¿Qué haces aquí?- preguntó Riku en voz baja abrazándolo dulcemente.
-Quería hablar contigo…- respondió refregando su cabeza con la de su hermano.
-También quiero hablar contigo… sobre lo que pasó hoy por la mañana- miró la hora- ayer por la mañana…- se corrigió.
-Igual yo… de eso mismo.
-No puedes decirme que no ahora; te gustó.
-…Si, tienes razón…
Riku lo miró sorprendido. Nunca se imaginó que le dijera la verdad tan cruda.
-Entonces… ¿A quién eliges?- por más que le pudiera llegar a doler su respuesta, debía preguntar. Amaba a Kadaj, pero estaba dispuesto a no interferir si no era a él a quien eligiera.
-Riku…- su hermano volteó para mirar el techo y pusó una de las manos con la que lo abrazaba sobre su frente-… No es tan sencillo… Me gustó lo que me estaba haciendo pero al mismo tiempo me disgustó… Pensé en ti… Además Sephiroth es alguien a quien me cuesta mucho definir. Contigo es más fácil porque estoy muy seguro de lo que siento y no hiciste nada contra mí como para que lo dude… Pero Sephiroth… es como el blanco y el negro… lo amo pero lo odio, me hiere pero me cuida, soy feliz con él… así como también infeliz…
-Bueno… dicen que los opuestos se atraen…
“-Que estúpido soy…- se dijo Riku en su mente- ¡¿Por qué le doy más puntos a Sephiroth?!... Soy demasiado bueno…”
-Pero es diferente…
“-Menos mal…”
…si yo fuera el color blanco y él el negro puede que si me sintiera atraído, pero él tiene ambos colores en su interior- dijo Kadaj.
-Ni el negro ni el blanco son colores, es una ilusión óptica ante la presencia o falta de luz…
-Te encanta cortarme el chorro, ¿verdad?
-Perdón…- le sonrió.
-Bueno… pero tú entiendes lo que trato de decirte…
-Si, si… lo entiendo…- dijo mirando hacia el techo.
-Me encanta cuando pones esa cara- lo abrazó nuevamente.
-Kadaj… ¿me lo harás cuando me quieras realmente?- preguntó abrazándolo fuerte y apoyando la cabeza de su hermano contra su pecho.
Kadaj lo miró sorprendido.
-¡Yo te quiero de verdad!- dijo intentando no elevar mucho la voz.
-Entonces… ¿me lo harás ahora?
En ese momento su hermano lo dudó pero luego recordó la anécdota que le narró Sephiroth sobre como se lo hizo para que no le doliera.
-Bueno… creo que ya se como puedo hacer para que no te duela, ¿estarás satisfecho así?
Riku también lo dudó ya que él quería sentirlo como lo sintió su hermano, pero de todos modos accedió. Después de todo quería obtener lo mismo que Sephiroth, pero a la inversa.
- Bien, entonces… ¿qué tal si empezamos por dónde nos habíamos quedado?
Kadaj le quitó cuidadosamente la ropa acariciándolo y besándolo con ternura. Luego bajó a su entrepierna, ya despierta, con la lujuriosa intención de metérsela en la boca, pero su hermano lo detuvo.
-Kadaj, preferiría que no hicieras “eso”…
-¿Por qué?... Pensé que te gustaría que empezara por aquí… Te gustará, lo se- dijo volviendo a lo suyo.
-¡No!- le dijo agarrándolo del cabello con fuerza- ¡No lo hagas!
-Ah… de acuerdo, de acuerdo… ¡¡aaah!! Pero ya suéltame…- Riku obedeció y Kadaj se tocó con dolor la cabeza- Auch... ¿Qué pasa?
-Quiero guardarlo intacto por si me arrepiento…
-… ¡¿Si te arrepientes?!...- preguntó Kadaj confundido- ¡¿A qué te refieres?! ¿No estás seguro de si quieres hacerlo?
-¡No! ¡Si quiero hacerlo! Es sólo que de aquí a un futuro tal vez me gusten las mujeres…
-¡¿Qué?! ¡¿No estás seguro de lo que sientes por mí?!
-¡No! ¡No es eso! Soy precavido, eso es todo.
-Riku… Si no estás seguro de lo que sientes por mí… es mejor que lo dejemos aquí…
-¡No! ¡Quiero que me lo hagas!... ¡Para ti es muy fácil entregarte por completo! ¡Ya no tienes nada para darme a mí ni a nadie! ¡Sephiroth ya te lo quitó todo!
Ninguno de los dos se había percatado de que su tono de voz ya no era  bajo, pero las últimas palabras marcaron un prolongado silencio al haber dejado a Kadaj tragándose la angustia. Era verdad, ya no tenía una virginidad que entregar como la tenía Riku, eso era propiedad de Sephiroth.
-Yo… lo siento… no quería decir eso…- intentó corregirse Riku.
-No… tienes razón… tu me estás entregando tu mayor tesoro, cuando yo no tengo nada que darte a ti- Kadaj lo miró realmente angustiado.
De repente comenzaron a rechinar los escalones, alguien estaba subiendo las escaleras. Ambos se apresuraron a vestirse. Kadaj, quien lo consiguió primero, salió para ganar tiempo y al cerrar la puerta tras él logró ver a Sephiroth. Ambos se quedaron mirándose por un rato.
-… ¿Estás bien?... Te escuche gritar.
“-Mentiroso… subiste para interrumpir…- le dijo Kadaj en su mente.”
-Esto… Tuve un pleito con Riku y me agarró de los pelos- explicó el menor.
-Hm…- se dio media vuelta para irse.
-¡Sephiroth!- lo detuvo, Kadaj- yo… quería pedirte perdón por lo que dije hoy por la mañana… en realidad no te odio… Es que… estaba enojado y quería que dejaras a Riku en paz.
Sephiroth se acercó a su hermano haciendo que éste tuviera que mirar hacia arriba para poder verlo a los ojos.
-… ¿No me odias?...
Kadaj lo niega con la cabeza.
-¿Y me estás pidiendo perdón?... ¿tu a MI?
Asintió mirándolo con un extraño brillo en los ojos. Sephiroth lo nota, eran esos los ojos que tanto le gustaban, pero se contiene limitándose a darle un beso en la frente al tiempo en que el menor cerraba los ojos. Luego se dirigió a las escaleras apretando los dientes.
Kadaj, que aun permanecía con sus ojos cerrados, se quedó como Riku, aislado de la realidad con un simple beso que ni siquiera fue en los labios. Cuando logró reaccionar, corrió hacia su  nii-san abrazándolo con fuerza.
-…Te amo…- le dijo en un tono bajo pero perfectamente audible para Sephiroth, quien quedó paralizado.
Era la primera vez, en su vida, que Kadaj le decía algo así. No conseguía articular ni una palabra.
Kadaj se separó un poco del cuerpo del mayor e intentando verle el rostro le preguntó:
-¿Tu me quieres?
Sephiroth se quedó unos minutos sin habla, hasta que respondió mirándolo de reojo.
-No…- los ojos de Kadaj perdieron ese hermoso brillo y una aguda puntada perforó su pecho al escuchar la respuesta- … Yo no te quiero… yo te amo…- le aclaró volteándose.
Sephiroth tomó a Kadaj en sus brazos y poniéndolo a su altura lo besó. El menor respondió el beso con pasión y colocó sus brazos alrededor del cuello de su hermano. El mayor quien lo sostenía por la cintura, comenzó a acariciar el cuerpo de su hermanito por debajo de su piyama negro de seda.
Sephiroth apoyó brutalmente a Kadaj contra la pared para poder manosearlo con ambas manos y el menor se aferró con sus piernas a la cintura del mayor sintiendo así, el pene ya erecto sobre la ropa.
Por el beso Kadaj mantenía los ojos cerrados, y al terminar los abrió mostrando ese hermoso brillo que tanto le excitaba a Sephiroth. La desesperación que le provocó ver esos ojitos hizo que comenzara a besar y morder su cuello con lujuria. Kadaj miró hacia arriba, cerró sus ojos con fuerza y mordió su labio inferior para evitar gemir. Pero al morder Sephiroth so orejita dejó escapar un pequeño gemido de placer.
Riku quien se abrochaba los pantalones, se detuvo a escuchar y al reconocer la voz se apresuró a terminar para poder salir a ver lo que ocurría.
“- ¡Kadaj! ¡¿Qué estás haciendo?!- se preguntaba Riku en su mente- ¡No me remplaces! No me dejes…”
Mientras tanto, afuera, las cosas se iban calentando cada vez más,  pero cuando Sephiroth pretende llevarlo a la cama, Kadaj lo detuvo con un abrazo.
-… ¿Quieres hacérmelo, nii-san?
-… Deseo hacerte el amor por primera vez, otouto (hermanito)
-… ¿Primera vez?
-Antes lo único que logré fue lastimarte. Ahora quiero hacerte disfrutar.
Kadaj se quedó tendido en sus brazos, mimándolo como un minino a su dueño.
-… Tu eliges… ¿Deseas acostarte conmigo?
Kadaj lo pensó detenidamente, ya no sentía asco al estar de esta forma con él, pero no le agradaba la idea de cambiar a su amado Riku.
-…Seph… No te enojes, pero no quiero ir…
-Es tu decisión, ¿por qué habría de enojarme?- dijo bajando lentamente a Kadaj.
-Espera…- le detuvo- quedémonos así un poco más… me gusta.
Sephiroth le obedeció e infligió más presión contra el cuerpo de Kadaj.
-¿Así estás bien, lindo?
Su hermano  asintió complacido y cuando iba a agradecerle con un beso, sale Riku de su habitación encontrándolos en un posición bastante incomoda, nuevamente.
Sephiroth y Riku se miraron con odio y Kadaj se apresuró a despegarse del mayor.
-Riku… yo…
-No es necesario que me lo expliques, Kadaj. Parece que ya decidiste con quien quieres estar- se resignó.
-Te equivocas…- le dijo Sephiroth antes que Kadaj pudiera decir otra cosa- Él aun no se siente seguro del todo conmigo así como tampoco contigo… Todavía no ha podido elegir… - Sephiroth sabía que si defendía las decisiones de Kadaj tendría más posibilidades de ser elegido al final.
-¡Pero es obvio que no puede dejar de pensar en ti!
-¡Así como tampoco puede dejar de pensar en ti! – dijo a la defensiva, pero Riku parecía querer cedérselo realmente, haciendo que Kadaj se interese cada vez más en alejarse de Sephiroth para convencer a Riku de que a todavía lo amaba más a él. ¿Acaso esa era su técnica ahora?
-Sephiroth… no puedo esperar por siempre… No voy a odiarte toda la vida…
-¿Tan rápido te rindes?... Eres muy débil… Por eso Kadaj me pertenecerá siempre a mí… - decidió cambiar de estrategia comportándose posesivo, pero las cosas no salieron como lo esperaba.
-¡Quédatelo entonces! ¡Ya estoy harto! ¡No voy a vivir sufriendo!- Riku entró a su habitación dando un portazo.
Para sorpresa de Sephiroth, Kadaj no pudo decir ni una palabra; se había quedado mudo, y no se movió ni un centímetro para ir a buscarlo. Riku le había dicho prácticamente que ya no lo amaba, por lo que bajó la cabeza hacia el piso con tristeza.
El mayor, comenzó a considerarse victorioso y  reía maléficamente por dentro, pero pronto se compadeció del triste Kadaj que tenía ante sus ojos y lo abrazó por detrás.
-No te preocupes… todo estará bien…
-… Lo dudo…- exclamó con una voz rasposa, el menor.
-…Relájate… estás muy tenso… Toda esa tensión opaca tu belleza- le dijo volteándolo y levantándolo para verle el rostro.
Sephiroth se quedó unos minutos examinando este nuevo brillo que florecía en sus ojos, era diferente ya que brillaban por tristeza acompañados por la línea recta que formaban sus labios rosáceos. Aunque en cualquier otra persona el estado de Kadaj causaría melancolía, en su hermano mayor encendía el más fuerte de los deseos sexuales. 
“-Maldita sea…- se quejaba Sephiroth en su mente- ¿Por qué tuviste que nacer tan endemoniadamente hermoso?”
Kadaj se zafó del agarre y lo abrazó estrechamente, haciendo que su hermano lo imitara.
-Seph, quiero…
-¿Si?
“-Ir a la cama conmigo…- se imaginaba la respuesta Sephiroth”
-… Quiero… Quiero que arreglemos algo… un pacto.
-¿Un pacto?
-Si… quiero terminar con esto sin lastimar a nadie…
-¿A qué te refieres?- le preguntó el mayor, confundido.
-Quiero que Riku y tú me posean sin pelearse.
-… ¿Quieres que te compartamos?
-¡No! Yo quiero… quiero que ambos me tengan sin pelearse…
-¿No te gusta la forma en que lo aclaré?
-No… suena mejor como yo lo dije.
-Hm…
-¿Qué dices? ¿Aceptas?
-Mmm…- Se puso a pensar, no le agradaba para nada la idea de compartirlo.
-Seph…- dijo Kadaj en tono de súplica.
“-Intenta persuadirme…- pensaba el mayor- Y lo está logrando… Si no fuera tan lindo…”
-Si eso es lo que deseas, por mi está bien- aceptó acariciándolo en contra de su voluntad y a favor de su erección.
Kadaj le sonrió tiernamente, y parándose en puntas de pie, le da un pequeño beso en los labios.
-Le diré a Riku…- sonrió entrando a la habitación.
Al ver ingresar a Kadaj, el mayor se acercó a la puerta lentamente, pero se detuvo a mitad de camino.
“-¿Qué haces Sephiroth?- se dijo a él mismo- No puedes rebajarte a esto.”
Dio media vuelta para dirigirse a su habitación, pero al dar no más de tres pasos volvió a detenerse. Miró la puerta por sobre su hombro y volvió apresuradamente hacia ella, inclinándose para poder oír lo que ocurría.
-¿Qué dices, Riku? ¿Estás de acuerdo?- lograba escuchar la voz de Kadaj.
Se extendió un silencio perturbarte y Sephiroth apoyó su oreja contra la puerta para oír mejor.
-Yo…- Riku sonaba indeciso y hablaba con un hilo de voz- … No quiero que él te tenga.
“-Idiota…- le dijo Sephiroth en su mente”
-pero…- continuó- si así no te pierdo y tampoco peleo con él, estoy de acuerdo.

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