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Kadaj
Soy un "escritor" que pretende especializarse en todo lo que tiene que ver con los sentimientos, las reacciones, las variadas formas de razonar y en general todo lo que sea psicología en sí. Darle un porqué a lo que muchos no prestamos atención y poder usar aquello como entretenimiento general.
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Kadaj &Tamarakatsuki. Con la tecnología de Blogger.

NII-SAN Capítulo V "Reconciliación"


Cayó la noche, y la luna llena se asomó a lo alto, iluminando todo lo que se encontraba debajo. Riku, sentado en la cama de su nueva habitación, intentaba ordenar sus pensamientos al dejarlo solo sus hermanos.
“- … Sephiroth… ¡¿Cómo es que puedes estar con vida aun?!- pensaba con furia.

Flash Back:

-¡No pueden llevárselos!- decía Lucrecia con impotencia pero sin derramar ni una sola lágrima.
-Lucrecia… los niños no te pertenecen, tienen a su hermano mayor en Midgar- dijo un hombre de traje blanco.
-¡Tu padre me pidió que los cuidara hasta que cumplan la mayoría de edad! ¡Para que no sean como Sephiroth!
-Mi padre morirá pronto… - dijo el hombre con cierta frialdad en sus palabras - y yo seré el nuevo presidente…
-¡¿Qué?!
-¿Crees que Sephiroth le perdone a mi padre haberle ocultado la existencia de sus hermanos menores? Es simple,  Lucrecia. Él quiere a sus hermanos  y yo quiero a mi padre fuera del negocio. Sólo necesitábamos el momento ideal para concluir nuestro acuerdo…
-… ¿Matarás a tu propio padre?
-No… no seré yo quien lo haga…
-¡No dejaré a mis hijos con un asesino!- gritó desgarradoramente Lucrecia.
-Todos están destinados a serlo… Lucharan por el honor de Shinra  Inc.
Riku, quien se escondía tras el armario… lugar al que sólo él podía entrar, intentaba hacer silencioso su llanto, el cual pedía salir desesperadamente. Entonces escucha las voces de sus hermanos, Yazoo y Loz. Los habían encontrado. Se asomo al borde para ver y por un momento pensó en salir, pero Kadaj le hizo señas para que no lo haga.
Los hombres salen y suben a los niños a una lancha que los llevaría al gran barco que se encontraba más alejado de la orilla. Riku no ve a ningún agente cerca de la barca y se acerca pero ya era tarde.

Fin del Flash Back



“-Maldito Sephiroth… ¡No sólo nos separaron diez años por tus estúpidos caprichos!... También, me quitaste a Kadaj…”
Lágrimas empezaron a brotar de sus ojos celestes y se apresuró a secarlas, ya que odiaba llorar.
Tocan la puerta de la habitación.
-Riku, soy yo… ¿puedo pasar?- preguntó Kadaj desde el otro lado de la puerta.
Riku se despabiló un poco y le abrió la puerta.
Aun un poco enojado por la memoria de Sephiroth no se dio cuenta de que estaba parado frente a su hermano y no lo dejaba pasar.
-¿Qué es lo que quieres?- le pregunta con un tono que no pretendía.
-Yo sólo… quería hablar contigo, pero si no quieres… - comenzó a darse la vuelta.
-No, no… es que….- Riku se tomó la frente con la palma de la mano notando la forma en la que le había hablado a Kadaj- Sólo pasa…- le dijo haciéndolo pasar. Pero cuando se proponía a cerrar la puerta con cerrojo…
-¡No!- lo detuvo Kadaj- es que… no me gusta estar encerrado, ¿si?
-Ok, ¿entonces… qué pasa?- pregunto sentándose en la cama.
- Quería hablarte sobre lo de Sephiroth- dijo Kadaj sentándose a su lado, enfocando su mirada en cualquier cosa menos en Riku.
-Ah… con que de eso se trataba… - dijo suspirando, como si le causara fatiga el sólo escuchar su nombre.
-Si es que—
-¿Sabes que?- lo interrumpe- No quiero saberlo- dijo levantándose sin mirarlo.
-¿Qué?... Pero si hace unas horas me pediste una explicación.
-Cambié de idea… Es decir, ¿para qué?… ¿Para que me hieras diciéndome que en el fondo lo amas y…
-¡No! ¡No lo entiendes! … Si, Sephiroth es un bastardo pero… sigue siendo mi hermano- dijo también levantándose.
-¡Nuestro hermano!- aclara Riku- Apuesto a que si se lo cuento a Yazoo y Loz—
Kadaj calló a Riku con un beso.
-No lo hagas…- le dijo tiernamente sin separar mucho sus labios- Tu sabes… que sólo te amo a ti…- lo abraza con fuerza.
-Kadaj… No quiero que Sephiroth me gane… - le dijo Riku doblando el gesto,  como si sus propias palabras le dolieran.
-¿Cómo puedes decir eso? Sephiroth no te llega ni a los tobillos…- dijo sonriéndole.
-¿Entonces por qué sigue aquí? ¿Por qué vive contigo?
-Esta no es mi casa, no tengo derecho a echarlo- dijo acariciando su cabello.
-Pero todavía podemos irnos…- dice Riku muy serio.
-Riku… ya… vuelve a sonreír y terminemos este tema… quiero verte sonreír…
-Pues espera sentado, porque no voy a volver a sonreír ¡hasta que se aclare este tema!- le grita empujándolo y dándole la espalda ofendido.
-… Riku… ¿A dónde iríamos? – preguntó con la voz quebrada.
-A cualquier parte…- dijo volteándose y mirándolo con fatiga.
-Pero estaríamos lejos de kaa-san (madre).
La palabra tomó desprevenido a Riku, “madre”.
-¡¿Nuestra madre está aquí?!- preguntó y Kadaj le asintió- ¡¿Y permitió que Sephiroth te hiciera eso?!- dijo aun más furioso.
-Eso es lo que no entiendes… Sephiroth y yo somos los que recibimos la mayor parte del legado de madre. Y ella le pidió a Sephiroth que sin importar qué, debíamos dejar nuestra descendencia…
-Un momento…- dijo confundido- ¿desendencia?... ¿Te refieres a tener hijos?… ¿podemos procrear entre hombres?... O sea.. Siempre supe que éramos diferentes pero…
-¡No lo se… que yo sepa eso no se puede! ¡Pero Sephiroth no lo entiende!- dijo nervioso Kadaj.
-No… no es que no lo entienda… es que no quiere entenderlo- dijo Riku como si se le hubiera ocurrido algo importante- Está motivado por el amor… el amor que siente por ti… y eso lo hace sordo ante las explicaciones… como yo lo hice con papá… vamos en contra de la naturaleza…- sonríe al decir eso.
-¿Te sientes bien?- pregunta algo asustado por su reacción ante los hechos.
-¡Ahora lo entiendo Kadaj!... Sephiroth es… ¡igual a mí!
-¡¿Pero que te tomaste?! ¡No digas estupideces! Tú—
-¡No!- lo interrumpe nuevamente- ¡Sólo piénsalo!... a ambos nos gusta la misma persona y el amor nos cierra las puertas a explicaciones de las personas que crean que nos equivocamos… la única diferencia o, más bien, el punto que nos define es lo que tu sientes por nosotros… a él lo rechazaste y a mi no…
-¿Qué? –pregunta Kadaj aun más confundido.
-Si… ¿No lo entiendes?... A mi ya no me preocupa porque te tengo a mi lado… y me aceptaste… pero… si no lo hubieras hecho… tal vez estaría como Sephiroth en este momento- dijo sentándose en el piso y apoyando la espalda contra el armario desviando la mirada al piso muy pensativo.
-No lo entiendo…
-Kadaj… Sephiroth esta sufriendo por dentro pero no quiere demostrarlo.
-Espera… ¿Cómo puede estar dolido por un rechazo si yo nunca lo rechacé? Porque él nunca me propuso nada…
-Él te beso, ¿no?
-… si…
-Esa fue su declaración… y tu rechazo fue tu forma de demostrar asco… sólo recuerda cuando estábamos en la playa…¿Cómo… me declaré?- preguntó algo avergonzado.
-Tu… me besaste…- dijo Kadaj sentándose junto a Riku mas que confundido.
-Puede que parezca una locura pero… ¿No crees que deberías…
-¿Darle una oportunidad?... No lo se…
-¿Por qué no? ¿Tú no querrías otra oportunidad cuando la persona a la que más amas no sólo te rechaza, sino que comienza a odiarte? No se trataría de darle alas… Sino reconciliarse como hermanos.
-Si pero… Yo… No se lo cuentes a nadie, ¿si?... Pero creo que después de aquel día… Sephiroth comenzó a darme… miedo.
-Si te sirve de algo… un simple aire de confianza o una muestra de que a pesar de todo lo sigues queriendo, como hermano, serviría; estando yo en su lugar… nunca volvería a repetir lo que hizo… por lo menos hasta que ambos queramos hacerlo. Pero en tu caso… eso no se volverá a repetir nunca…- dijo frunciendo el seño.
Kadaj ríe y abraza a Riku. Este le sonríe y el silencio se hace presente. Kadaj se concentraba en procesar todo lo hablado con Riku. Entonces se escucha el rechinar de la puerta de abajo abriéndose.  Kadaj voltea para ver el reloj en la mesilla de su hermano.
-Son las 2:00 de la madrugada… Sephiroth siempre llega a esta hora de trabajar- dijo.
-¿Qué harás?
-Creo que… bajaré  saludarlo… ¿no?
-A mi no me preguntes… es tu decisión…
Kadaj toma aire y se levanta.
-Buenas noches, Riku…- dijo para luego retirarse sin antes darle un beso en los labios. Riku le sonríe.
“- Si siguen conviviendo juntos… Por lo menos deben llevarse bien… creo que eso es lo que me hace sentir mejor a mi, con respecto a Sephiroth…- piensa.”
Sephiroth tira las llaves sobre la mesa y deja a un lado a “Masamune” (su espada). Entonces siente la presencia de alguien a sus espaldas y voltea.
-…Kadaj…- dijo a medida que se le acercaba, bastante sorprendido. Rara vez salía de su habitación cuando él estaba en la casa.
Kadaj un tanto nervioso desvía la mirada hacia el piso, lo que insita a Sephiroth a acariciarle la mejilla.
-¿Qué ocurre?... le dice intentando verle el rostro levantándolo desde la barbilla.
-Yo… sólo… - le dijo quitando la mano de su hermano de su rostro, su tacto lo ponía de lo más nervioso- … quería saludarte…
-¿Saludarme?... Hm, ¿quién eres y qué hiciste con Kadaj?- dijo inexpresivo y frío como siempre- … Tu nunca vienes a saludarme…
-Lo sé, pero….Tsk…- Kadaj no pudo resistirlo más y, dándose media vuelta, se va a su habitación. Temblando y apoyado contra la puerta intenta volver a respirar normalmente. Hacía años que no se le acercaba tanto.
Sephiroth se quedó mirando la mano con la que había logrado tocar el rostro de Kadaj.
-… Debo dejar de usar guantes…- piensa en voz alta notando que no había rastros del delicioso aroma ni la calidez de la delicada piel de su hermano.


Ya eran las 3:00 p.m y Kadaj no podía dormir. Se daba vueltas para uno y otro lado. Pero no conseguía que sus ojos se mantuvieran cerrados.
“-¡¿Qué rayos me pasa?!- grita en su mente-¿Hablarle a Sephiroth me hizo esto?... No puede ser…- dijo casi en llanto”
Kadaj se levanta y camina con su piyama negro de seda hacia la habitación de Sephiroth. Toca la puerta dudoso y espera. Sephiroth le abre; se encontraba ya sin la parte de arriba de su ropa mostrando su torso fuerte y bien marcado, llevando sólo los pantalones y  botas, sin guantes.
-Kadaj…- dijo sorprendido nuevamente,  ya consideraba que era bastante con que lo haya saludado, pero que haya ido hasta su habitación lo dejaba perplejo.
-…Yo… ¡no se que hago aquí!... mi cuerpo se movió solo, adiós…- dijo nervioso disponiéndose a irse.
Sephiroth lo tomó de la mano y lo acercó hasta que este apoyara su suave rostro contra su ejercitado pecho. Lo abrazó con un brazo por la espalda y con el otro por la cintura. Kadaj ni siquiera le llegaba a los hombros, así que Sephiroth tenía total control sobre él.
-¿Qué ocurre?- le preguntó el mayor- ¿Tiene que ver con Riku?
-No… - dijo más que nervioso; pero ya no podía volver atrás- yo sólo…- suspiró resignado-… quería hablar contigo…- le dijo con las manos bien alejadas del cuerpo de su aniki (hermano).
Sephiroth lo suelta y le abre la puerta hacia su habitación. Kadaj traga en seco y la cruza.
Todo su valor se disolvió en un instante y se le detuvo el corazón cuando Sephiroth le hecha trava a la puerta.
-Bien… ¿qué ocurre?- le preguntó Sephiroth aun estando, Kadaj, de espaldas y poniendo sus manos sobre los hombros de este.
Los nervios, el miedo y la desesperación que sintió en ese momento le provocaron que le sea imposible dejar de temblar.
-Sephiroth… ¿podrías dejar la puerta sin trava?- dijo lo más calmado que pudo.
-No…- dijo de lo más tranquilo.
Kadaj quitó las manos de su hermano de sus hombros y comenzó a caminar hacia la puerta, no sólo con la intención de quitarle el cerrojo sino también con la intención de irse. Su hermano lo detuvo y lo empujó, haciendo que cayera en la cama. Kadaj se arrepentía de haberse confiado tanto. Pero Sephiroth, conteniendo sus deseos, se sienta junto a él.
- ¿Se trata de lo que ocurrió hace ocho años?… ¿Por eso tan nervioso?- le pregunta acariciándolo lujuriosamente, pero sin perder la noción de lo que hacía.
Kadaj no sabía que decir así que sólo asintió y dejó que Sephiroth continuara.
-Bueno… lo que quise y quería decirte después de lo que pasó… es que en ningún momento pretendí lastimarte, jamás se me cruzaría por la mente algo así, pero no pude resistirme. Era demasiado estúpido y tu demasiado lindo. Pero todo eso cambió. Hm… en realidad… aun sigues siendo precioso…- aprovecha la situación para acariciar al sorprendido Kadaj pasando su mano desde la mejilla hasta su cuello.
-¿Eso quiere decir que ya no lo repetirás?- preguntó Kadaj con la inocencia de un niño de ocho años. Se sentía como un niño cuando estaba con Sephiroth.
-…No… Jamás te volveré a lastimar.
Kadaj comenzó a sentirse más seguro de sí mismo, dejó de temblar y hasta sonrió aliviado.
-¿Eso significa que puedo quedarme?
Sephiroth lo mira confundido.
-¿Puedo quedarme aquí contigo?... Como cuando tenía seis… ¿Lo recuerdas?
El mayor se queda mirando a su otouto (hermano menor), le sorprendía que con unas simples palabras haya perdido todo el miedo que lo corroía. Y esto lo excitaba.
-…Por supuesto- le respondió acariciándolo.
Sephiroth recuesta a Kadaj en su cama manoseándolo inconcientemente, pero Kadaj no se quejaba. Lo cobijó y se recostó a su lado.
“-¿Qué es lo que me pasa?- se preguntaba el menor- ¿Cómo es que puedo sentirme tan tranquilo estando con Sephiroth en una misma cama? Debería irme… ahora.. Riku me matará.”
Sephiroth abrazó a su hermano, impidiéndole escapar, y robandole el uso de razón que le quedaba. Volvía a tener la mentalidad de aquel niño de 8 años.
El mayor acercó la boca a su oído.
-¿Cómo te sientes? ¿Te gusta estar conmigo?- le susurró sonriendo.  
-…Si…- respondió Kadaj, sin poder mentirle, dejando a su hermano satisfecho- me recuerda a cuando era pequeño y le temía a los ruidos que emitían las maquinas de Shinra…
Sephiroth comenzaba a sentir como su entrepierna se endurecía cada vez más al estar tan cerca de su hermano y esto lo preocupaba, no quería echar a perder la oportunidad que se le había presentado.
-¿Lo recuerdas?- dijo Kadaj alzando la cabeza hacia su hermano.
Sus miradas se cruzaron y se quedaron contemplándose por largo rato; los lujuriosos ojos de Sephiroth y los inocentes ojos de Kadaj…Y el mayor ya no pudo soportarlo. Se abalanzó sobre el menor aprisionando sus manos pero algo lo hizo detenerse. Kadaj lo miraba aterrado y temblaba a más no poder.
-¿Kadaj… tú…. me temes?
-…Por favor…- dijo Kadaj con una voz quebrada-… no me lastimes… Por favor, Sephiroth, no lo hagas… Por favor…
Sephiroth se mortifica, sólo estaba asustando a su hermano, lo único que conseguía es que su hermano le temiera y hasta le suplicara como si fuera a golpearlo.
-…No voy a lastimarte, Kadaj- y dijo susurrándole al oído- es que te amo demasiado… perdóname…
Sephiroth besó tiernamente a Kadaj, juntando sus labios con dulzura.
-Te amo… no puedo evitarlo- prosiguió-  por ser tan estúpido te lastimé… y ahora… ya no conseguiré que ames… sólo merezco que me temas y me rechaces…- volvió a besarlo del mismo modo pero esta vez soltó una de sus manos para acariciar la mejilla de su otouto- ¿Serás capaz de perdonarme algún día, Kadajito?- soltó su otra mano para tomar con ambas su rostro y luego lo abraza- ¿Serías capaz de amarme como yo a ti?
Kadaj se descuidó y su aniki aprovechó a meterle la lengua en la boca. Paralizado como estaba ante las dulces palabras de Sephiroth, Kadaj, se dejó llevar y cerró los ojos al tiempo en que se dedicaba a abrazar al mayor. Las caricias en su boca comenzaban a gustarle, era muy distinto a la primera vez; pero el miedo no disminuía. Sephiroth aun más excitado por la respuesta de su hermano comenzó a tocarle el cuerpo por sobre el piyama negro.
Al terminar el beso comenzó con su mejilla y siguió con ese delicado cuello que tanto deseaba marcar. Kadaj mantenía los ojos cerrados y tomaba los cabellos de su hermano como aquella noche.
Sephiroth mordía y lamía el cuello de Kadaj sin llegar a lastimarlo, lo que ocasionó que Kadaj gimiera de placer. Realmente le estaba gustando, pero no quería llegar al acto sexual.
El mayor se detiene de repente.
-Kadaj… vete… eres demasiado… - le dijo, no quería perder el juego por un mal movimiento, prefería esperar y con suerte lo tendría todo para él en unos días.
-¿Eh?.... ¿A qué te refieres?              
-Empiezas a desesperarme… mejor vete… no quiero seguir atormentándote…
-Pero—
-Créeme…  si sigo tendré que violarte.
Kadaj baja la vista hacia el sexo de su hermano y logra ver la erección. Se sonroja y se va sin decir nada.
Sephiroth se tira en la cama y suspira. Estaba casi al límite. Y el aroma dulce de Kadaj se había penetrado en su cama, empeorando la necesidad de descargarse.



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